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ESTE ARTÍCULO NO TIENE TÍTULO (PERO SI LLEGÁS AL FINAL LO ENTENDERÁS TODO)

 

¡Atención por favor!

Hoy, los seres humanos, tenemos una capacidad de atención fragmentada. Es demandada por diferentes estímulos. Nos familiarizamos con el término multitarea[1], reservado en exclusividad para las computadoras, porque estamos haciendo dos, tres o más cosas al mismo tiempo: clase por zoom; mails; mensaje de whatsapp y ese jueguito que me tiene loco porque no puedo pasarle al nivel 98. ¡Hasta podemos ver una serie o película en netflix conectados mediante un chat especial para poder comentar con nuestros familiares o amigos lo que sucede en pantalla![2]

Y si bien somos multipantallas, y son cosas que terminamos haciendo en simultáneo, la capacidad de concentración en cada caso estará disminuida directamente proporcional a la cantidad de dispositivos, programas o actividades que estamos usando o haciendo. Y entonces nos preguntamos: ¿a cuál de todas esas actividades le estuvimos prestando atención de manera consciente?

Esto se debe a que sufrimos hace años -y por ahora sin vacuna-, la hiperconectividad, producto del avance de la tecnología, pero principalmente por el avance del teléfono móvil e internet, una especie de Covid-19, donde en vez de resfrío, dolor de cabeza y fiebre, el síntoma es la dispersión; la atención dividida; la falta de concentración; la poca capacidad de retención de lo que leemos; la ansiedad que nos genera la cantidad de cosas que podemos hacer con un solo aparato. ¿No tenés la sensación de que prácticamente vivís dentro de ese aparato? ¿Alguna vez te pusiste a pensar en la cantidad de cosas que haces dentro del teléfono móvil?[3] ¿Qué tan lejos podés tener el teléfono de tu cuerpo sin sentirte incómodo? Aún estando en la misma habitación, ¿a cuántos centímetros como máximo está nuestro smartphone? ¿Qué es lo primero que haces cuando te levantas? 

Para Sonia Jalfin, la sociedad es una gran audiencia que interactúa con información y contenidos, buena parte del día[4]. Vivimos en una violenta batalla, como un Games of Thrones, pero en vez del trono de hierro, lo que se persigue es la atención de los seres humanos. Conseguir captar la atención de una persona, aunque sea segundos, es como ganar una Champions; o un Oscar; o un botecito de nutella… de los grandes. Y como si fuera poco, hoy los usuarios, ya no solo consumen información, también son generadores, creadores, productores… prosumidores.  Sí, parece un recital de voces como el Live Aid[5], y es en ese marco donde tenemos que transmitir una idea y que la misma sea atendida y entendida por nuestra audiencia. 

¿Entonces? ¡¡Lo importante es el mensaje papá!!

Vivimos en una época que nos exige generar contenido de calidad de manera permanente. Y que ese contenido además tenga la capacidad de atraer la atención de personas que cada vez están más expuestas a diversas demandas de atención. Según Pablo Boczkowski[6], las audiencias hoy en día consumen una gran cantidad de información y lo hacen de una manera ambiente, como si nadaran sobre la información. Y citando un estudio de la Universidad de Stanford, afirma que el promedio entre pantalla y pantalla es de 12 segundos en una computadora pudiendo bajar a 7 segundos en dispositivos móviles inteligentes. 

No cabe dudas que nuestro objetivo es poder transmitir una idea y lo ideal es que la misma sea incorporada completamente por la audiencia. Pero este escenario de creciente dispersión nos obliga a replantearnos -por lo menos pensarlo- si quizás es más eficiente ir transmitiendo esa idea de a poco. Porciones de esa idea, en cada pedacito de atención que logramos ganar. Ante una atención fragmentada, quizás la estrategia sea transmitir la idea pero fragmentada. Fracciones de esa idea hasta llegar a comunicarla completa.  

Pero siempre el contenido deberá ser interesante, sino la audiencia se retira de manera inmediata. Por esto el mensaje debe ser original; preciso; relevante; llamar la atención y llamar a la acción; emocionar y movilizar a las audiencias; entretener; generar empatía, que se sientan identificados; educar. 

Además, tenemos que aprovechar la enorme oportunidad que nos permite la tecnología de medir todo. Las herramientas que generan métricas y estadísticas para poder evaluar el desempeño de cada acción deben ser utilizadas para aprender con las audiencias. Conocerlas. Intentar si un nuevo método es mejor que el anterior o el posterior. Lo que dijimos en el párrafo anterior quizás funciona ahora, pero eso debe ser permanentemente puesto en crisis, cuestionado y discutido. Probar cosas distintas, compararlas y experimentar. Los datos y el contenido un solo corazón. 

No podemos concebir redes sociales en la comunicación política unidireccionales. Si no tenemos la capacidad de interactuar, no abramos redes sociales. Según Mario Riorda “Decir «interacción» es sostener que se puede gestionar desde las redes, aportar servicio, concebir las redes como una gran mesa de entradas pública capaz de resolver diversos tipos de demandas de los ciudadanos en tiempo real”. No es un monólogo, para eso está el Stand up, y son más divertidos. 

Y esto nos exige otra capacidad: la conversación digital es (debe ser) en tiempo real. ¿Cuánto tiempo podemos esperar una respuesta de un chat de cualquier red social? Imaginémonos en una habitación, en una reunión presencial, Juan le pregunta a Pedro: “necesito algo de vos”. Si Pedro demora más de 3 segundos en decir una palabra, ¿qué pensaríamos? Las hiperconectividad y la ansiedad tecnológica con la que vivimos nos advierten que una demora en la respuesta en redes sociales generan la misma sensación de desprecio por no responder en forma presencial.

Por último: ¿recordás algo de lo que leíste hace unos segundos? ¿qué dijimos en el primer o segundo párrafo? Probablemente te acuerdes de algo. Y seguramente en unos minutos nada. Pero el título probablemente no te lo olvides jamás. Ahora… ¿Entendiste?


[1] Según RAE “Ejecución de varios programas o varias tareas de manera concurrente”. https://dle.rae.es/multitarea?m=form

[2] https://www.netflixparty.com

[3] Todo lo que yo hago y me quedo corto: redes sociales; revisar correo; enviar correo; mirar fotos; sacar fotos; editar fotos; lo mismo con videos; Gestiones bancarias; operar en bolsa de valores de todo el mundo; Saber el clima de hoy, mañana y 15 días en adelante; consultar TODO en google; pedir un uber; comprar y vender cualquier cosa en diferentes plataformas y redes sociales; llevar mi agenda; tomar notas; mirar youtube; pedir comida o lo que sea por delivery; escuchar música ilimitada; estudiar; dar clases; jugar; trabajar; interactuar por whatsapp; etc. etc.

[4] https://www.lanacion.com.ar/economia/negocios/audiencias-cuarentena-nid2444424

[5] https://www.youtube.com/channel/UCUAVzSGkkTa-IoMx_x1XK4Q

[6] https://www.youtube.com/watch?v=6Bt9N7eZu1k

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